Formas de poner en marcha su empresa
Así que te has lanzado a ser autónomo, a ser tu propio jefe, a convertirte en el próximo Steve Jobs… pero te encuentras con que empiezas a perder fuelle… o a perder dinero.
¿Qué haces ahora? ¿Cómo puedes volver a emprender con el mismo entusiasmo con el que empezaste, o al menos con un impulso renovado y la confianza de que lo que haces es lo que quieres hacer?
He aquí algunas ideas –
No tenga miedo de aventurarse
Así que su empresa comenzó como el negocio de sus sueños, pero se convirtió en algo completamente distinto. Llorar la pérdida de lo que creías que era el negocio de tus sueños es infructuoso y sólo te causará dolor de corazón (y noches de sueño perdido). No tengas miedo de seguir el camino que tu empresa está tomando: si intentas forzar tu empresa a tu antojo y voluntad y no puedes adaptarte a las nuevas situaciones, lo más probable es que el nuevo negocio (y tú mismo) se derrumbe y fracase.
Cambia tu perspectiva
Si pensabas que ser empresario iba a ser todo dormir y trabajar en pijama, bienvenido a tu llamada de atención. Aunque muchas personas con ganas de cortar con el modelo de negocio tradicional reconocen este hecho, la mayoría de las veces nuestra comprensión subliminal de cómo dirigir tu propio negocio no coincide con la realidad.
Si sientes que estás atascado en tu perspectiva pero no puedes averiguar cómo cambiar las cosas para que tu negocio avance por el camino del éxito, intenta ponerte en la piel de tu cliente ideal. ¿Qué preguntas tendrían para ti cuando te llamaran – qué tipo de cosas querrían saber? ¿Les gustaría tu sitio web? (Espero que tengas un sitio web).
Aprender de los demás
Seguro que tienes algún empresario al que admiras y te esfuerzas por replicar sus éxitos. Pero, ¿alguna vez has adoptado un enfoque analítico de sus métodos, éxitos y fracasos? Coge uno (o varios) de tus iconos empresariales y redúcelos a la mínima expresión.
Lee su biografía, lee cualquier obra que haya publicado y haz un seguimiento de su negocio a lo largo de los años: fíjate en los errores que cometieron o en los que tú habrías hecho las cosas de forma diferente. Analiza lo que hicieron y trata de entender el razonamiento que les llevó a hacerlo. Y después, aplica el mismo peine de púas a tu propia trayectoria empresarial.
Sé imparcial y honesto sobre los puntos en los que tu plan de negocio está fallando (potencialmente) y en los que estás siendo demasiado tímido o demasiado agresivo. Mirar tu propio negocio a través de la lente de tus ídolos puede ayudarte realmente a ver tus propias debilidades y fortalezas, lo que te ayudará a avanzar.
Pedir más dinero
Aunque a veces los emprendedores se encuentran con dilemas filosóficos, a veces los obstáculos son más concretos que eso: a veces la gente simplemente empieza a quedarse sin dinero. En esta era digital, hay varias formas de encontrar inversores ángeles o socios comerciales (si estás dispuesto a fusionarte con otra empresa o incluso a ser adquirido) o incluso utilizar Kick starter como plataforma para presentar tu negocio o tu idea a las masas y pedirles que donen para ayudarte.