Aceptar tarjetas de crédito: Una ventaja para su pequeña empresa
¿Deben las pequeñas empresas aceptar tarjetas de crédito? Tradicionalmente, las pequeñas empresas se encuentran entre las últimas que se resisten a aceptar tarjetas de crédito. La excusa más frecuente que dan los comerciantes para seguir operando estrictamente en efectivo es evitar los elevados gastos de procesamiento de las tarjetas de crédito, que reducirían su ya escaso margen de beneficios.
Sin embargo, muchos propietarios de pequeñas empresas han convertido lo que originalmente percibían como algo negativo en algo positivo para sus resultados. Informan de que añadir las tarjetas de crédito a sus opciones de pago les ha aportado más ventas -y más grandes- de las que habrían tenido en circunstancias de sólo efectivo. Como dijo recientemente a AOL Small Business el propietario de una pequeña empresa editorial con sede en Florida: «Los clientes a veces no tienen dinero en efectivo e invariablemente comprarán más con plástico que en efectivo. ¿Preferirías tener el 100% de nada o el 97% de 1.000 dólares por haber cogido una tarjeta de crédito?». En su opinión, «rechazar las tarjetas de crédito es una estupidez al cuadrado».
Los propietarios de pequeñas empresas inteligentes saben que aceptar tarjetas de crédito hace que su negocio sea más atractivo para los compradores que prefieren la comodidad y la facilidad de pagar con plástico. Según las cifras de American Express, Visa y MasterCard, a finales de 2010 había al menos 488,9 millones de tarjetas de crédito y 520 millones de tarjetas de débito de esas marcas en circulación en Estados Unidos. Son muchos los titulares de tarjetas que buscan los logotipos de las tarjetas de crédito en los escaparates de los comercios o en sus sitios web cuando se disponen a hacer una compra. También es un mercado potencial que las pequeñas empresas no pueden permitirse ignorar o alienar.
Aceptar tarjetas de crédito significa que los comerciantes dedican menos tiempo y esfuerzo a preparar y hacer depósitos bancarios. Las transacciones con tarjeta de crédito se procesan rápidamente de forma electrónica como una transferencia por lotes al final del día. Y con menos dinero en efectivo a mano, los comercios se convierten en menos objetivo de los ladrones que buscan un botín rápido (o de los empleados con dedos pegajosos).
Por último, cuando los clientes pagan con plástico, los comerciantes no tienen que enviar facturas ni esperar a que se cobren los cheques. El proceso de pago se simplifica y el flujo de caja se maximiza cuando los comerciantes aceptan tarjetas de crédito.
Si las tarjetas de crédito parecen un buen negocio para su empresa, consulte con un proveedor de servicios comerciales de confianza que pueda abrirle una cuenta comercial para empezar.