Planificar con antelación la temporada de vacaciones
Como propietario de un negocio, sus días están comprensiblemente ocupados. Usted rebota entre las tareas administrativas y la atención a las necesidades de sus clientes de forma regular. Cuando llegan los meses de septiembre y octubre, lo último en lo que piensa es en la próxima temporada de vacaciones. Sin embargo, este es el momento exacto en el que debería pensar en las tarjetas navideñas. Esperar mucho más tiempo supondrá un desastre para esta importante herramienta de marketing.
El otoño es el momento perfecto para encargar las tarjetas. Puede evitar la locura que se produce en noviembre y principios de diciembre, y puede elegir entre una gran variedad de impresoras y comercios en línea. Hay muchas menos posibilidades de que la tarjeta perfecta esté pendiente de entrega o agotada.
Si hace el pedido con antelación, tendrá más tiempo para pensar en el aspecto exacto de la tarjeta. Este tiempo adicional se traduce en una tarjeta profesional y personalizada que se adapta perfectamente a su negocio. Le da tiempo para pensar en la mejor manera de incorporar su marca en el diseño de la tarjeta.
Esperar hasta el último momento condena a sus tarjetas a una felicitación estampada en lugar de una escrita a mano y a direcciones en etiquetas de dirección. Las felicitaciones personalizadas y las direcciones escritas a mano son siempre más eficaces y dan a la tarjeta un aspecto más personal. Esto ayuda a garantizar que la tarjeta se abra y se disfrute, y no se tire con el correo basura.
Otro desastre que puede ocurrir si se espera demasiado es la imposibilidad de enviar las tarjetas a tiempo. Es conveniente que lleguen al menos una semana antes de la festividad prevista, ya sea para enviar tarjetas de Acción de Gracias, Navidad o Año Nuevo. Que la tarjeta llegue después de la fiesta prevista es de mal gusto y hace que su empresa parezca que no está bien preparada. Dado que el sistema de correo puede estar bastante saturado de tarjetas y paquetes durante las fiestas, planifique el envío de su tarjeta unas tres semanas antes de la fiesta prevista. No podrá hacerlo si espera hasta el último momento.
Así que empiece a pensar en sus tarjetas cuando empiece el colegio, pídalas a principios o mediados del otoño y empiece a firmarlas y dirigirlas en cuanto lleguen, con el objetivo de tenerlas hechas para la primera semana de diciembre. Estos objetivos son alcanzables si se empieza pronto, y la alternativa no es bonita, así que sé proactivo y hazlo todo a tiempo.