Usa tu voz para conseguir lo que quieres en los negocios
Para conseguir lo que quieres en la vida, tienes que usar tu voz. A menudo esto se refiere a la voz figurada, a la forma en que te expresas o te defiendes. Los estadounidenses tienen voz en el gobierno a través de sus representantes y congresistas. Y tu voz puede ser la forma en que transmites los objetivos y creencias de tu empresa, que comunicas a través de un blog u otros medios.
Pero aparte de todos los usos figurados de su voz, hay algunos usos prácticos de su voz real. La forma en que te diriges a los demás, ya sean compañeros de trabajo o clientes, en reuniones o durante presentaciones, puede impulsarte a nuevos niveles de autoridad y éxito. Del mismo modo, un mal uso de la voz puede dañar tu credibilidad y frenarte.
«No es lo que has dicho, sino cómo lo has dicho». ¿Lo has oído alguna vez? Tal vez durante una discusión con un amigo o con tu pareja, y puede que incluso lo hayas ignorado en ese momento. La cuestión es que esa afirmación tiene mucha validez, no sólo en tus relaciones personales, sino también en las profesionales. Imagina que te encuentras con un problema en el trabajo y necesitas la ayuda de un compañero. Llevas un rato trabajando en ello y estás frustrado, así que vas al cubículo de tu compañero y te quejas: «¡No puedo resolver esto! Por favor, ayúdame». Lo más probable es que tu compañero de trabajo se moleste un poco porque parece que te estás quejando en lugar de ser proactivo.
La verdad es que todo el mundo necesita ayuda de vez en cuando. Si te acercas a tu compañero de trabajo y le dices exactamente lo mismo en un tono más tranquilo y sosegado, le comunicarás que necesitas ayuda, pero que no estás dejando que tu frustración se apodere de ti. También transmite que estás pidiendo ayuda, no tratando de imponer tu trabajo a otra persona. Es cierto que un solo momento de estrés en el que dejes que tu tono de voz transmita tu frustración no va a hacer mucho daño. Pero si lo conviertes en un hábito, te crearás la reputación de ser, en el mejor de los casos, un quejica y, en el peor, un trabajador perezoso. Esfuérzate por comunicarte con calma y construye una buena relación con tus compañeros de trabajo, y serás visto como la cabeza más fría que prevalece.
Cuando se trata de hablar en público, si no le tienes miedo, eres la excepción. Incluso los oradores experimentados que se ganan la vida en el escenario pueden ponerse nerviosos antes de cada discurso. Es la naturaleza humana. Pero tanto si das una conferencia pagada como si haces una presentación a un cliente, si tu voz no transmite autoridad, vas a perder la confianza del público. No querrás que la gente se vaya y se arrepienta de haber pagado por escucharte. Y lo que es peor, no querrás que tu empresa pierda un cliente porque sienta que no puede confiar en ti.
Antes de ponerte delante de tu público, practica tu presentación. Ya sea frente a amigos o compañeros de trabajo, o simplemente frente a un espejo, cuantas más veces la repases, más cómodo te sentirás para el momento real. El tono de voz también es importante. Hay dos errores que suelen hacer tropezar a los oradores. En primer lugar, hay que evitar las palabras de relleno. Decir «uh» o «um» con demasiada frecuencia te hace parecer que no sabes realmente de qué estás hablando. Además, se convierte en una distracción para el público. En segundo lugar, ten muy en cuenta tu entonación. Un tono incorrecto al final de las declaraciones puede hacer que suenen como preguntas. Pruébalo. Di en voz alta: «Esto es lo que tienes que hacer para resolver tu problema» y «Esto es lo que tienes que hacer para resolver tu problema». ¿De qué manera crees que vas a transmitir más autoridad?
Por último, cuando se dirija a un público, ya sea una o cien personas, hable siempre con confianza y con el tono de voz normal que utiliza cuando está en una situación cómoda. Hablar en voz demasiado baja también transmite inquietud y resta autoridad y experiencia. Puede que le cueste algo de práctica y un poco de fuerza de voluntad, pero utilizar su voz en todo su potencial puede abrirle nuevas puertas y ponerle en un camino más firme hacia el éxito.